Los cuentos de hadas en su mayoría me parecen crueles, agresivos y no sabía la razón de su existencia hasta que leí el siguiente texto, pero ahora que se la función me parecen un tanto más adecuados, siempre con la precaución de cuidar lo que nuestros hijos ven y poder estar cerca para ayudarles a superar lo que pueden ser miedos traumáticos para ellos.
Este es un extracto del libro: Psicoterapia de Juego de María Teresa Padilla Velázquez
Dice Bettelheim (1975) que los cuentos de hadas son símbolos, dividen y excitan la curiosidad del niño; pero además enriquecen su vida estimulando la imagen, y le ayudan a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones. Los cuentos de hadas están relacionados con los aspectos de su personalidad y pueden ser conectados con el conflicto de cada niño.
Las funciones son:
1. Hablan del contenido del inconsciente del niño, dan contención a sus angustias inconscientes y a través de ellos liberan alegrías y sufrimientos sin llegar nunca al conocimiento consciente.
2. Transmiten sentidos evidentes y ocultos. Aportan mensajes importantes al consciente, preconsciente e inconsciente. Hacen referencia a problemas humanos universales. Las historias estimulan al yo en formación e incrementan su desarrollo, y al mismo tiempo liberan al preconsciente y al inconsciente de sus pulsiones. Al irse descifrando las historias, se les da forma consciente a las pulsiones del ello y se muestran los distintos modos de satisfacerlas, de acuerdo a las exigencias del yo y del superyó, en concordancia con la realidad.
3. Su mensaje es que la lucha contra las dificultades serias de la vida son inevitables; son parte intrínseca de la existencia humana. Pero si no se huye y se enfrentan con las frustraciones y privaciones inesperadas, a menudo injustas, este enfrentamiento conlleva a la superación y a la fuerza para dominar todos los obstáculos y así salir victorioso.
4. Los cuentos de hadas suelen plantear, de modo breve, un problema existencial. Los personajes están muy bien definidos. El mal es omnipresente al igual que la bondad. Los personajes no son ambivalentes: o se es bueno o se es malo, lo que ayuda al niño a comprender más fácilmente la diferencia entre ambos.
5. Hacen hincapié en los problemas y angustias existenciales y ofrecen soluciones que están al alcance del nivel de comprensión del niño.
6. Muestran que se puede ayudar a obtener un estímulo en la formación de un vínculo realmente satisfactorio con otra persona alcanzando una seguridad emocional de la existencia, y se puede también lograr la permanencia de la relación adecuada para el niño y el futuro adulto.
7. Se orientan al futuro y ayudan al niño a renunciar a sus deseos infantiles de dependencia y a alcanzar una existencia independiente más satisfactoria. Al mismo tiempo, les divierte, les alienta en el desarrollo de su personalidad. Llevan al niño a descubrir su identidad y posible vocación, planteándole qué experiencias necesita para desarrollar su carácter.
8. Es terapéutico porque el paciente encuentra sus propias soluciones mediante la contemplación de lo que la historia parece aludir sobre él mismo y sobre sus conflictos internos. Proporciona seguridad y de esperanza respecto al futuro.
9. En ellos, los procesos internos se externalizan y se hacen comprensibles al ser representados por los personajes de una historia y sus hazañas. Los protagonistas y los acontecimientos de los cuentos de hadas personifican e ilustran conflictos internos, pero sugieren sutilmente la resolución de dichos conflictos.
10. Señalan el camino hacia un futuro mejor, se concentran en el proceso de cambio más que en la descripción de los detalles exactos de la felicidad que se va a ganar. Las historias comienzan precisamente en el momento de desarrollo en que se encuentra el niño y sugieren el camino que debe seguir, poniendo énfasis en el proceso en sí.
11. A través de los cuentos de hadas el niño comprende lo que ocurre en su yo consciente y se enfrenta con lo que sucede en su inconsciente. Al adquirir esta comprensión puede luchar ordenando de nuevo y fantaseando sobre los elementos significativos de la historia, en respuesta a las pulsiones. Así puede dominar los problemas psicológicos del crecimiento, superando las frustraciones narcisistas, los conflictos edípicos, rivalidades fraternas, renunciar a las dependencias de la infancia, obtener sus sentimientos de identidad y de autoevaluación y un sentido de obligación moral.
Plantean seriamente problemas y angustias existentes, como sentimientos de soledad, aislamiento y sensaciones de angustia mortal. Enfatizan angustias tales como la necesidad de ser amado y el temor a que crea que uno es despreciable, el amor a la vida y el temor a la muerte.
13. El niño irá superando cada vez más el caos interno incontrolable conforme lo externaliza. Si queremos funcionar bien tenemos que integrar las tendencias discordantes inherentes a nuestro ser. En el complejo edípico el cuento le dice cómo puede vivir con sus conflictos: le sugiere fantasías que él nunca podría inventar por sí solo. Con el cuento de hadas disfrutan plenamente de las satisfacciones edípicas en sus fantasías y a la vez mantienen buenas relaciones con ambos progenitores en la realidad.
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